Ribeye: ¿Qué es y cómo se llama en España?

Si eres amante de la carne y disfrutas saboreando bocados de calidad premium, un buen corte de Ribeye te encantará. El Ribeye de vaca es un corte y una carne cada vez más apreciada, no solo por su espectacularidad, sino también por su sabor, equilibrio de grasas (tanto intermusculares como intramusculares) y terneza. ¿Tienes curiosidad por saber más de este manjar cárnico? ¡No te pierdas este artículo de Masmit

Qué es el Ribeye y qué denominaciones tiene en España 

El Ribeye es uno de esos cortes que despiertan pasión entre quienes disfrutan de la carne de calidad. Originario de Norteamérica, se extrae del lomo alto del animal, concretamente de la sección del costillar comprendida entre la sexta y la duodécima costilla. Su nombre en inglés lo dice todo: «rib» (costilla) y «eye» (ojo), en alusión al núcleo central del chuletón, del que se obtiene directamente.

Esta pieza, que destaca por su color rojo brillante y su textura blanda, se presenta sin hueso, sin tapa y perfectamente perfilada, ya que se eliminan los tejidos menos nobles. ¿El resultado? Un corte limpio, jugoso y con un sabor intenso, ideal para quienes buscan una experiencia gastronómica superior. Su grasa infiltrada se funde con el calor, aportando matices únicos y una jugosidad inconfundible.

En España, aunque el término anglosajón «Rib Eye» gana cada vez más presencia, también puede encontrarse bajo distintas denominaciones que apuntan a su misma esencia: ojo de bife, beef ribeye, ojo del lomo alto, ojo de costilla o simplemente Ribeye Steak. 

Como dato curioso, cabe destacar que el mismo corte con el hueso es conocido como TomaHawk de Vaca, que debe su nombre a la semejanza que tiene con un hacha, de hecho, recibe este nombre por las antiguas hachas de guerra de los nativos americanos.   

Cómo es una pieza de Ribeye

Si hay una cualidad que define visual y sensorialmente al Rib Eye es su alto grado de marmoleado. 

Gracias precisamente a este marmoleado, el Rib Eye es sinónimo de jugosidad. Cada bocado resulta sabroso y lleno de matices. Es esa infiltración la que convierte al Ribeye en una delicia para el paladar, especialmente al prepararlo a la parrilla o en planchas de alta temperatura, donde su grasa se funde y realza todos los aromas de la carne.

A todo esto hay que añadirle una característica que los carnívoros más exigentes sabrán valorar: su suavidad. La carne del Rib Eye es especialmente tierna, con una textura que se deshace casi sin esfuerzo. Esta ternura, unida a su jugo natural y al sabor que aporta la grasa infiltrada, lo posiciona como uno de los cortes más equilibrados del vacuno: potente en sabor, delicado en boca y versátil en la cocina.

Cómo se prepara una pieza de Ribeye

Una adecuada preparación de una pieza de Ribeye es fundamental para resaltar su sabor y jugosidad únicos.   

Para ello, el primer paso será sacar la pieza del refrigerador y dejarla a temperatura ambiente al menos media hora antes de su cocción. Esto nos garantiza una cocción uniforme.  

Si te gusta agregar condimentos a la carne, en este caso también lo podrás hacer. Puedes sazonar la pieza con sal y pimienta y también agregar ajo y hierbas para darle un toque de sabor y contraste extra.  

Asimismo, podrás prepararlo en parrilla o en sartén. Cocina el Ribeye en una parrilla bien caliente o en una sartén resistente durante 3 a 5 minutos por cada lado para obtener un término medio. Ajusta el tiempo según el punto de cocción que prefieras.

Una vez cocinado, déjalo reposar unos minutos para que los jugos se redistribuyan y quede más jugoso.

También es una buena opción prepararlo al horno con sal gruesa o sal rosada y pimienta, como puedes ver en este vídeo. 

Ahora que ya sabes qué es el Ribeye, ¿te animas a probarlo? Se trata de uno de los cortes más espectaculares de carne que puedes degustar en parrilla o barbacoa. Tierno, jugoso…, ¡no te dejará indiferente!

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